miércoles, 3 de octubre de 2012


    - 1 - Extraños caminos del destino
                                      Novela
                                     JESUS ALBO



                                      CAPITULO 1
               Alexis miró el reloj que había colocado en la pared, indicaba las dos de la Madrugada. Las luces que le llegaban por la ventana y provenían del cabaret “el Tranvía” le causaban una extraña sensación. No podía precisar cuantas horas habían  transcurrido desde que intentó dormir y aunque su mente jugaba con los recuerdos ,   en esa nueva casa  mucho de lo que tenía acostumbrado era diferente. De ves en   cuando, como movido por el viento frío de la noche, le llegaban pequeños trozos de la melodía que en ese momento se estaba escuchando en el cabaret
       Cinco días habían transcurrido desde que alquilo ese    cuarto compartido o para    Estudiantes, como lo anunciaron en el diario donde él lo leyó , y después de enterarse de las condiciones y el precio , decidió que era el apropiado para sus condiciones económicas. Era el cuarto , de un departamento en el tercer piso, cuyas ventana por medio de  balcón daba a la calle de Doctor Lavista, desde ahí , y frente a la calle se encontraba el Cabaret, un poco mas adelante una gasolinera. Asomándose desde
El balcón y al lado izquierdo se podía observar un anuncio de la “Arena México” y un poco mas adelante , y enfrente unas oficinas de recaudación de Rentas del Gobierno de la Ciudad, Muy cerca estaban las instalaciones de una televisora con sus dos enormes antenas .
       Frente a la entrada del edificio cruzaba la enorme avenida llamada Cuauhtemoc  y a poca distancia cruzaba la conocida como Avenida Chapultepec. Siguiendo a la calle de Doctor Lavista y como una prolongación estaba la calle de Puebla.
      Sobre la misma avenida Cuauhtemoc se encontraba a pocos pasos de la esquila la Pulquería  “La hija de los Apaches” y un poco mas adelante un “Café de Chinos”
      En realidad, le había parecido apropiado el lugar por su ubicación ya que muy cerca se encontraban las instalaciones del “Centro Medico” donde realizaba sus prácticas de la carrera de Medicina, quizás lo único que le disgustaba eran las luces que penetraban por la ventana a través de las cortinas y la música que le llegaba,.
      El departamento contaba con cuatro amplias recamaras de las cuales la casera rentaba dos  cuartos a estudiantes, para ayudarse en el pago de la Renta, aunque prácticamente los estudiantes pagaban el costo y la señora vivía bien con sus dos recamaras restantes,
La sala- comedor y su pequeña cocina, además de que era la encargada, “la jefa” decían algunos de los estudiantes cuando la veían.
      La Señora Gloria Fuentes de N. era la jefa de ese departamento, vivía con cierta comodidad ya que lo que obtenía de su cotidiano trabajo en la compañía de “Luz y Fuerza”
Le permitía darse lujos extras, señora de carácter amable, respetuosa, con voz suave y siempre tratando a los jóvenes con mucha cortesía y alegre, como si fueran de su familia,
Muy al contrario de su  señora madre, una señora de edad avanzada, Doña Consuelo, que a todo lo que hacían los estudiantes les molestaba, ya sea que prendieran el radio con volumen alto, que hicieran ruido después de la hora establecida, que dejaran sucio los baños y muchas cosas mas del reglamento interior existente solo en la mente de la señora.
      La Señora Gloria, su madre Doña Consuelo ocupaban el cuarto del extremo , junto a el
Los dos hijos de unos siete y nueve años. En la sala que era muy limpia y cómoda existía la prohibición  de que la ocuparan los estudiantes y solo si los visitaban familiares, se le avisaba  a la señora y se podía ocupar la Sala. Los estudiantes cuando regresaban de sus escuelas se encerraban en sus cuartos que tenían un escritorio y una mesa para dibujo,
Dos y tres camas individuales con sus correspondientes buróts, un closet donde se guardaban las maletas y la ropa de cada estudiante. Existía la prohibición de tener parrillas eléctricas y si permitía tener radio con la recomendación de no subir muy alto el volumen, aunque esto resultaba una contradicción por los sonidos de la música que llegaba
Del Cabaret y los gritos y escándalos de la gente que salía en estado de ebriedad o muy contentos del Salón.
      A la tercera noche de estar ocupando la habitación, Alexis, pudo percibir la discusión del joven Farmacéutico del cuarto vecino con la Señora Consuelo, porque metió a su estancia una muchacha. Los gritos de la señora fuera de quicio lanzaba maldiciones y palabras muy hirientes contra la dama que lo acompañaba.
    Cuando la Señora Golria Fuentes de N. regresó de su trabajo, recibió la queja del Farmacéutico.
-         Señora Gloria, hoy me visitó mi novia y no la recibí en la sala por que su mamá estaba sentada en el sofá y la metí unos momentos al cuarto para poder platicar con ella, su mamá se molestó mucho y dijo varios insultos a la muchacha, muy molesta se fue a encerrar a su cuarto, pero me dejó en un gran lío con mi chica.-
-         Le dije una vez, Don Arturo, que no haga caso.., mi madre, es una señora Grande de edad y prácticamente le molesta todo, hace sus corajes y se va a encerrar a su cuarto, recuerde, le molesta que ensucien los pisos, que pongan alto el volumen del radio y tantas cosas mas-
-         Usted sabe que soy respetuoso, platique unos momentos  y salimos, nos hecho a perder un momento agradable-
-         A que mi amigo, Don Arturo- sonrió con una risa agradable- Disculpe a mi madre, yo hablaré con ella.., mañana ya ni se acuerda de lo que dijo o hizo.
              Se rieron.
Todos los integrantes de la Casa se conocían, algunos ya tenían mucho tiempo de ocupar la habitación , y a diferencia del cuarto que ocupaba  Alexis, la cama permanecía vacía, Los dos hijos de la señora Gloria muy educados, Jorge y Mario, estaban en una escuela militarizada y les permitían salir cada quince días, el otro cuarto lo ocupaba el Farmacéutico Arturo, Benjamín B, que era estudiante de Arte Dramático y un vendedor de una tienda departamental de nombre Isaías.
    Cuando ocupo Alexis el cuarto, la señora Gloria le indicó que la otra cama la ocupaba un señor que era agente viajero de una empresa, que venia algunos días a quedarse y en otros salía, y que por favor respetara sus cosas , por lo que, de momento no le interesó ni quien fuera, ni lo que hacia.
     Cuando regresaba de la Escuela de Medicina en una tarde que presagiaba lluvia por el frio que se sentía y lo nublado del cielo y subia las escaleras con la idea de llegar a su habitación, se rió de si mismo, recordó la diferencia que existía con respecto a las familias
Donde vivía antes y las que ahora tenía. Era una diferencia radical.
      A su mente se le vinieron los recuerdos haciendo un recuento de cada uno de los aspectos de de su vida como si corriera una película en unos instantes, recordó la inocencia con la que llegó de provincia, sin conocer la ciudad, y como por medio de un periódico y donde se daba un teléfono solicitó informes sobre el alquiler de un cuarto para estudiantes, recordó como hablo desde la Terminal de autobuses ubicada en la zona de la
Colonia Buenavista, con su maleta a un lado, temiendo que se la fueran a robar, le dieron los informes y se dirigió al lugar ubicado en la Avenida Bucareli, checó el numero de la entrada y subió al primer piso, el lugar un poco oscuro y a un lado se encontraban los Grandes diarios de la época, llamó a la puerta y lo recibió una señora muy sonriente, al mismo tiempo que salia un perfume muy agradable.
      -¿Tu eres el estudiante que llamó por teléfono?- preguntó sonriente.
      -Si, señora, yo llame desde la Terminal de Autobuses de Oriente- Respondió
      -Bien.., el cuarto es solo, tiene una cama, una mesa de trabajo y su propio baño..- mientras hablaba se acercaron dos jovencitas, mostrando las partes agradables de una mujer, lo que hacia casi imposible no ponerse nervioso y voltear a verlas, mientras la señora continuaba, pero al darse cuenta- Estas chicas son mis hijas , dijo y como si no existieran continuó
      -El alquiler del cuarto tiene un costo de trescientos pesos-
      Cómo ese era el gasto calculado que habia acordado con su padre, le pareció excelente, asi que casi sin pensar, le contestó
       -Me parece bién, acepto.
       Ese era el primer lugar donde se establecía, era su primera  estancia en la enorme ciudad desconocida , de ahora en adelante estaría solo y en realidad no sabia ni que decir.
       -¿Cómo te llamas?- pregunta la señora ante la mirada atenta de las muchachas.
       -Alexis.., Alexix Calleja, para servirle.- las jóvenes se sonrieron
       - ¿Que estudias…?-
      - Vengo a Estudiar Medicina..?-
      - Bien, enséñale su cuarto . le indicó a una de las chicas que permanecía atenta a la conversación, mientras la señora recibia el dinero adelantado de la mensualidad y anotaba los datos.
       Mientras caminaba hacia el cuarto la muchacha
-         Me llamo Ana , Alexis- Dijo con una sonrisa muy agradable
-         Muy bien, ¿y tu hermana?- La señora que escribia, levantó el rostro y sonrió al mismo tiempo que decía
-         Lleven al joven Doctor a su Cuarto-
-         Ese fue el primer día en la Ciudad de México y ya en la noche escucho voces y risas hasta muy entrada de la madrugada en que le ganó el sueño y se durmió.
-         Al otro día antes de las siete de la mañana se despertó, saltando de la cama para dirigirse al baño y poco después  saliendo vestido para dirigirse a la Escuela. Todo el día estuvo fuera y ya cerca de las siete de la noche regresó, cuando abrió la puerta para dirigirse a su cuarto, la Señora Doña Guadalupe lo detuvo, mientras platicaba con sus hijas y otras tres muchachas que les presentó como sus sobrinas.
-              Alexis en esos momentos, pensó que era una familia maravillosa, con hijas muy alegres  que vestian suaves telas y mostraban los encantos de los que las dono la naturaleza, estaba contento de estar en ese lugar.
-             Desde ese primer día su cama siempre la encontraba muy limpia, tendida y oliendo a perfumes esquisitos, algunas veces aparecian flores en la mesa que le servia para trabajo. Como casi siempre estaba, se encontraba en la escuela,, un día llegó mas temprano, no habia tenido tiempo de observar con claridad todo lo que le rodeaba
-         Se levantó de la cama y caminó hasta la ventana que cubria una gruesa cortina, la entre abrió y observó que la ventana daba a una calle angosta, enfrente estaba un establecimiento con venta de licores, mas alla  montones de periodicos que se repartian a los voceros y puestos de la ciudad, casi en la equina de donde se encontraba habia una iglesia. Habia mucho movimiento en esa calle por la cercania de un cine “llamado Palacio Chino” en eso estaba cuando escucho unos ligeros toquidos en la puerta. Camino a abrir y al hacerlo se encontro de frente con la joven que le llamaba la atención, vestis de blanco, un vestido casi transparente muy fresco,.La vio hermosa, con un brillo muy especial en sus ojos.
-                -Hola, Anita- dijo alegre al verla.
-                La joven respondió con una sonrisa.
-               -¿Me deja pasar, Doctor..?-
-              - No tengo mas que esa silla, por favor pasa-
-             - Solo unos minutos- respondió la joven
-            -Me alegro, casi no hablo con nadie- no me da tiempo, si acaso algunos amigos compañeros de escuela-
-            -¿Dónde tomas tus alimentos..?- peguntó la chica
-            - Generalmente los tomo cerca de la escuela, aunque tambien estoy abonado en una fonda o restaurantito que se encuentra aquí cerca- respondió, mientras observaba a la muchacha que le llamaba la atención.
-             - Un día yo te voy a invitar, para que veas que cocino muy bien.. –dijo la joven
-             - pues te doy las gracias anticipadas.
-              Se sonrieron, la coquetería de la joven le fascinaba.
-             - Me dio mucho gusto platicar contigo, aunque sea solo un ratito, siempre llegas cansado y no te queremos interrumpir tu sueño- dijo la muchacha
-              - Si es verdad, estoy muy absorbido, mi padre tiene mucha fe en que termine la carrera y por eso  tengo que hacer un esfuerzo para salir adelante-,no me queda mucho tiempo para mi, por eso cuando llego, me gana el sueño
-         Y ya no se nada de lo que pasa en el mundo-
-               -Nos hemos dado cuenta de eso, por esa razón tratamos de no hacerte mucho ruido-aclaró la joven Anita.
-              -Ya he cumplido cuatro años de estar aquí y en verdad estoy muy agradecido, todas ustedes me han tratado maravillosamente..-
-              -Eres parte de la familia –dijo Anita interrumpiéndolo- todas tenemos por ti gran respeto.
-              - No sabes como lo agradezco y sobre  todo no sabes como me gusta platicar contigo, te siento muy diferente a
-         Tu familia- Anita sonrió.
-             -No soy diferente.., quizás mis pensamientos son distintos, o mi manera de mirar la vida.
-            En realidad, a Alexis le agradaba esa muchacha, aunque no podía  descubrir cual era la verdadera razón, ella lo buscaba en cuanto llegaba y hablaban brevemente de cualquier cosa, un comentario, una broma ligera. Era solo un pequeño espacio de tiempo, luego se retiraba con una sonrisa en su cara.
-             Asi continuaban pasando los días, como aves del tiempo y el continuaba con su rutina diaria, sentía que su amistad con Anita crecía, pero no se atrevía a decirle ninguna palabra que pudiera ofenderla.
-             El trabajo en el Hospital lo absorbía y no pensaba en otra cosa, aunque en los momentos de reposo, la imagen de la joven aparecía en su mente y lo hacia sonreír. Después de una larga jornada, al tercer día, salió para dirigirse a su casa  con la idea de ver a la chica que le atraía, al abrir la puerta observó que había una fiesta, los invitados platicaban y reían, la música aunque no muy discreta era alegre, algunas de las muchachas bailaban muy sensualmente y usaban esos vestidos llamativos transparentes, de colores que tanto le gustaban.
-             Como pudo se escurrió materialmente hasta su cuarto, sin decir una sola palabra, al cabo el no era un invitado.
-             Pocos minutos después llamaron a su puerta y se apresuró a abrir, el sonido de la música bajó de volumen.
-             -Hola – dijo la chica entrando al cuarto y cerrando- no te esperábamos a esta hora-
-            -Veo que tienen fiesta- dijo Alexis
-            -Pues..- dudó un poco- si, quieres venir..
-           - No.., he tenido unos días muy agotadores, y a ustedes las veo muy contentas, sería un tipo aburrido, aguafiestas
-             No.., te agradezco- La joven sonrió como solia hacerlo, eso le agradaba a Alexis.
-           Con mucha seriedad le miró fijamente a los ojos
-            - En verdad, mi querido Doctor, peca de inocente-dijo
-            - No entiendo.., porque lo dices Anita..-
-            -Por nada, solo es una expresión que se me salió, descansa..- Salió cerrando suavemente la puerta.
-            Alexis se quedó pensativo, quizás se refería al mismo sentimiento que el sentía por aquella muchacha, pero decidió que mas adelante le expresaría lo que sentía, se acostó y se quedó dormido, aunque su sueño fue onquieto,
-         Lleno de esperanzas. Vivía su propio mundo.
-               Pasaron unos días, y una tarde después de pasar a comer y tomar  café en el “Café  la Habana” que se decía que los propietarios eran El Che Guevara  y Castro Ruz, se dirigió a su casa con la intención de platicar con Anita y tenderse en la cama a descansar, en eso ina pensando cuando observó que afuera de la entrada, en la calle habia varias patrullas de la policia y mucha gente que observaba por curiosidad el movimiento de algo que ocurría en el piso superior. Como pudo se fue abriendo paso con la finalidad de entrar, cuando una mano suave lo detuvo.
-              - No puede entrar Doctor, también lo pueden detener. Era la mano de una de las chicas que le impidió que siguiera adelante.
-              - ¿Qué es lo que pasa..? – preguntó alarmado, mirándola de frente.
-              -Están deteniendo a todos los ocupantes  de la casa- dijo directamente.
-             -¿Pero porqué..? ¿Qué pasa..?—
-             -¡ ah, que mi Doctor..! Usted no sabe nada de lo lo que pasa.., no sabe como nos hemos reído de su inocencia
-         Y como siempre está cansado y duerme, no ha convivido con nosotros-
-              -¿Pero sus hermanas.., Anita..?- la gente se empujaba con la intención de ver que sucedia.
-              -Lo ve Doctor.., no sabe nada, ni se ha dado cuenta de nada.., ni somos hermanas, ni primas.., nada de eso, ahí es un prostíbulo o para que entienda “Una casa de citas”.. Nuestra madre la señora Lupe, es la madrota, la que administra y regentea el lugar.
-              Alexis no salía de la sorpresa, guardo un instante de silencio y como si algo le saliera de dentro del pecho, una voz grave le hizo murmurar.
-               -Entonces ..¿Anita..?- no pudo seguir
-               - Si, también Anita- respondió la seuda prima.
-              -Entonces, voy a ver..,voy a entrar- dijo impulsivo., la mujer lo detuvo
-             - no, Doctor, no vaya , lo detendrán—
-             -Pero mis cosas, mis libros, la ropa..-
-             -No cree que es mejor estar libre, todo lo demás se consigue-
-             -Tienes razón, pero tengo una realidad, no tengo un lugar dónde quedarme, no tengo ropa, no tengo nada-
-         La muchacha sonrió.
-              -Le recomiendo Doctor , que no entre de sus libros y sus cosas , después se verá- dijo con seguridad
-         -aquí cerca vivia un Doctor colega suyo de apellido Bourregal y vivía en una casa de huéspedes para estudiantes,
-         Si me lo permite verifico por teléfono, si tienen un cuarto o una cama que alquilen.-
-          Desganado
-         -No tengo otra opción de pronto, que remedio..-
-         La joven buscó la direccion y en cuanto  la encontro en su agenda de telefonos, se dirigieron a un telefono publico, en cuanto recibieron la respuesta del otro lado de la línea.
-         -Hola, señora, le habla Violeta..¿Se acvuerda de mi..? Soy la Novia del Doctor Bourregal, le hablo para preguntarle si tiene  una cama para un huésped, amigo mio..si También es Doctor.. claro..gracias.., va para alla con usted, en este instante.
-              Anotó la direccion en un pedazo de papel y se la entregó.
-              -Gracias , Violeta, pero tu que harás-
-              -Por mi no te preocupes, Doctor, ve ahora y olvídate de esto, yo tratare de comunicarme contigo para que sepas de tus cosas –
-             -Crees que pueda olvidar todo esto, después de mas de cuatro años de estar muy a gusto, siempre olia a un perfume muy agradable- recordó todos lo momentos que había vivido con esas chicas, sus bromas y el respeto que se tenían.
-              -Cuando llegó al tercer piso, ya las imágenes  y los pensamientos habian corrido por su mente como si fueran una película, buscó la llave para abrir y entrar, aun se rió de la inocencia que había mostrado, por eso se reian las muchachas cada ves que lo veían..
-         Abrió la puerta de su nueva casa, apenas cinco días habían transcurrido desde que tuvo el problema en su casa anterior, pero las sorpresas no terminaban. Al abrir vio a todos los habitantes apretados uno contra otro, mientras
-         Eran amenazados por hombres que portaban armas y se veian muy molestos.
-              - ¿Quién es este..? – Preguntó el que parecía ser el líder
-              La señora Gloria Fuentes casi a punto de llorar
-              - Es el estudiante de Medicina.., ya se los he dicho, tiene cinco dias de estar con nosotros-
-          Sin hacer caso se dirigió a Alexis.
-            - ¿Cómo te llamas?-
-           - Alexis.. Alexis Calleja.., ¿que es lo que pasa?-
-          -Las preguntas, las hacemos nosotros- dijo otro de los hombres interrumpiendo- tranquilo, amigo.. la cosa para ti puede ser facil.., si cooperas y todo estará bién.. ¿Qué sabes de tu vecino de cuarto..?-
-          - ¿De cual vecino..?-
-         - No te hagas pendejo, me refiero a tu compañero de cuarto.-
-         - No tengo ningun compañero de cuarto, al menos nunca lo he visto, ni se quien es, yo tengo cinco dias de estar por aquí, en este departamento-
-          - Se lo dije- interrumpió la Señora Gloria, yo les alquilo la habitación, pero de sus vidas no se nada, no se que hacen o a que se dedican.. por favor dejen a mi madre, que se vaya a su cuarto, es una señora grande, se esta poniendo mal- la mujer no hablaba estaba tensa, irritada.
-          De pronto salió de la habitación que ocupaba Alexis, un hombre con voz grave.
-          - Nos vamos – Ordenó y comenzaron a salir, dejando a todos una enorme sorpresa., en cuanto salió el último la señora Gloria expresó.
-           - Gracias Dios que llegó , Doctor, si no lo hubiera hecho quien sabe que sería de nosotros.-
-           -¿Quienes eran esos hombres ¿- preguntó- ¿Qué es lo que querían?
-          -Son Policías Especiales según dijeron- interrumpió el Farmacéutico
-          -En realidad, no se sabe quienes eran.., solo que buscaban al comerciante, tu compañero de cuarto- cortó Benjamín
-         Aun con cara de asustado.
-           .-Me da mucha pena con ustedes, por estos hechos.., ustedes saben que el comerciante , el agente viajero tiene muchos días que no se aparece por aquí y no sabemos nada de el.-
-            - Eso es verdad- afirmó el farmacéutico-
-                                                - Discúlpenme , voy a atender a mi madre, estaba muy mal.
-             Todos se fueron retirando a sus cuartos.




EXTRAÑOS CAMINOS DEL DESTINO
NOVELA
JESUS ALBO